Sergio Meliá: “Lo que llamamos ‘talento’ no es más que constancia y horas de trabajo”
- Clara Cabrera
- 21 dic 2022
- 4 Min. de lectura
El ilustrador castellonense que pasó de pintar el suelo de su casa a llenar salas con sus
cómics
Clara Cabrera. Castelló

Sergio Meliá Borrás. Ilustrador.
Curioso y tradicional. Así se define el ilustrador Sergio Meliá Borrás. Nacido en
Castelló en 1964, se ha dedicado a dibujar durante toda su vida, centrándose
especialmente en el género de las historietas. No siempre ha tenido claro que quería
trabajar de la ilustración pero ya de pequeño utilizaba el suelo de su casa como lienzo.
Su hermana estudiaba magisterio y las tizas que ella traía, las rebautizaba como
pinceles. Actualmente Meliá tiene una exposición de cómics en el Museo de Bellas
Artes de Castelló.
Aunque siempre ha dibujado, no fue hasta EGB (Enseñanza General Básica) cuando
empezó a tomárselo más en serio y a practicar más. “Tenía un compañero que dibujaba
y me entró el gusanillo de probarlo a raíz de verlo a él”, cuenta el castellonense. A partir
de ese momento empezó a aprender de forma autodidacta hasta el día de hoy. Según
afirma Meliá fue “una cosa progresiva”.
La curiosidad es la característica más destacada del ilustrador y de hecho, él mismo
considera que eso es lo que más le diferencia del resto de sus compañeros del sector. “El
sentido de la curiosidad es muy importante porque te abre la mente a la hora de mirar a
tu alrededor y coger ideas”, afirma el artista. Y es que Meliá analiza su entorno
constantemente hasta el punto de que, según cuenta riéndose, un día fue con su hijo a la
feria y mientras el niño se subía a una atracción, él se puso a analizar las ruedas de la
noria y a imaginarse como quedarían estas dibujadas sobre el papel. “No estaba
dibujando, pero mi cabeza no descansa”, añade.
Y justo ese constante interés fue lo que le llevó a conseguir su primer encargo con 18
años. Fue en ‘Cicerón’, una revista local que hablaba de la ciudad de Castelló y de
fútbol. Meliá conocía a un hombre que escribía para el medio y gracias a eso consiguió
publicar su primera tira allí. Pero un trabajo que el ilustrador recuerda con especial
cariño y orgullo es “Una buhardilla en París”. Se trata de un álbum que realizó para
Bélgica cuya producción es íntegramente suya.
Aunque el castellonense se ha labrado una buena carrera, sus inicios fueron
complicados debido a su contexto. Su familia le apoyó en todo pero Castelló era una
ciudad pequeña y en su época irse a Valencia a estudiar no era “tan fácil, ni tan común”
como ahora. A esto se sumó el pensamiento que le inculcó su madre de que la gente
autodidacta tenía mucho valor. “Se me juntó la dificultad de encontrar a alguien que me
enseñara aquí y ese pensamiento mal adquirido de mi madre”, cuenta el castellonense.
Pero Meliá no se rindió y empezó a aprender a base de mirar a otros. Se compraba
revistas que le interesaban e intentaba copiar las ilustraciones que estas incluían. Más
tarde conoció a otros dibujantes de la zona con los que incluso llegó a publicar una
revista. “Como todo en la vida, es muy importante conocer gente”, recalca el ilustrador.
Otro tema que a Meliá le ha tocado de cerca es la precariedad laboral del sector de la
ilustración. “Desgraciadamente la industria del cómic en España está muy mal pagada”,
afirma el castellonense. Añade que ese ha sido el motivo principal por el que ha
rechazado encargos, porque le cuesta más pagar el material que utilizará que su propio
sueldo. Respecto a las herramientas de trabajo, las que más utiliza el ilustrador son las
que él define como “tradicionales”. Dentro de este concepto incluye lápices de madera,
acuarelas y papel en físico. “Me siento más cómodo con los materiales que he utilizado
desde siempre, aunque también me gusta probar cosas nuevas”, añade el artista.
Meliá no es el único ilustrador al que le ha tocado probar nuevas herramientas ya que la
propia industria del cómic se ha reinventado por completo. El formato digital está
invadiendo todos los sectores y este no es una excepción, aunque el papel prevalece.
Tras preguntarle sobre la situación del cómic en España el castellonense afirma que es
cuestión de lógica que las historietas en físico desaparezcan por el espacio que ocupan y
la comodidad que supone subir contenidos a la red. Sin embargo, el artista mantiene la
esperanza de que al papel todavía le quedan unos años. “Muchas veces he comentado
con mis compañeros de sector que al papel le quedaban 5 años. Pero eso lo dije hace
10”, comenta el ilustrador entre risas. También afirma que al final el que consume el
contenido es el público y este se va adaptando a las nuevas tendencias, que en este caso
son los formatos digitales.
Pero para el castellonense hay 2 aspectos a la hora de dibujar que importan mucho más
que los formatos, y esos son la diversión y la valentía. Por un lado, destaca que para
aprender, al principio hay que saber fluir, fallar y reconocer los errores. Respecto a la
valentía, opina que la gente le tiene un cierto respeto al dibujo que les impide al menos
probarlo. “A las personas no les da vergüenza tocar una guitarra cuando no saben
hacerlo, pero tú deja un papel y un lápiz en una mesa y comprobarás que nadie se atreve
a dibujar un par de líneas”, relata el ilustrador. Piensa que todo el mundo empieza con
miedo, pero es parte del proceso aprender a soltarlo.
Si tuviera que dar algún consejo a alguien a la hora de empezar en este oficio Meliá les
diría que “no hay otra cosa que cabezonería”. Destaca que la constancia es lo más
importante a la hora de formarse. Como ejemplo utiliza a Mozart. Este no nació siendo
pianista, sino que lo consiguió a base de práctica. “Lo que llamamos ‘talento’ no es más
que constancia y horas de trabajo”, asegura el artista. La cabeza de Meliá nunca deja de
funcionar y siempre está trabajando en nuevas ideas y proyectos. Cuenta que una vez le
faltaba un dibujo por colorear y dio con los colores adecuados en una propaganda de su
buzón. “La clave está en saber mirar”, añade.
Curioso, tradicional, constante y observador. Esas serían las palabras con las que
describiríamos al ilustrador castellonense Sergio Meliá.

"Une Mansarde á Paris"
Comments