Pablo Milanés, cantautor y guitarrista. elDiario.es
Irene García Martínez. Castellón
Su música era un canto comprometido con una ideología de izquierdas, pero también con la reflexión filosófica y el amor incondicional. El cantautor Pablo Milanés (Bayamo, 1943), uno de los fundadores de la Nueva Trova Cubana, ha fallecido este 22 de noviembre a los 79 años, en Madrid, tras agravarse el cáncer de sangre que arrastraba desde hace varios años.
Milanés actuó por última vez en Valencia, en La Rambleta, el 10 de abril de este año con su gira “Días de luz”, donde cantaba canciones de sus cinco décadas de carrera, de casi 60 discos. Gira que se vio afectada meses más tarde por la hospitalización del cantante y que provocó la cancelación de próximos conciertos. Hasta que a través de un comunicado oficial en las redes sociales del artista informaron que “el maestro Pablo Milanés ha fallecido esta madrugada (…) Agradecemos profundamente todas las muestras de cariño (…) Permanecerá eternamente en nuestra memoria”.
“Pablito”, como le llamaban sus compañeros de profesión, traspasó edades, géneros musicales, y fronteras gracias a la sensibilidad que transmitía con sus letras recitadas como poemas, lo que le convirtió en uno de los referentes más importantes y queridos de la música hispanoamericana. "Era un amante de su tierra, un gran poeta", afirma Rocío Luján, simpatizante de la asociación cubana José Martí de Valencia.
Musicalizó versos de los poetas Nicolás Guillén y José Martí, compuso canciones políticas como Yo pisaré las calles nuevamente, y otras filosóficas como La felicidad, pero sin duda, sus grandes éxitos fueron canciones de amor como Ámame como soy, Yo no te pido, Años, y Yolanda, su himno “eternamente” recordado. “Cuando sonaron las primeras notas de Yolanda, las gradas de La Rambleta se pusieron de pie para ovacionar a Pablo”, explica emocionada Luján recordando el último concierto de Milanés en Valencia.
Milanés en el concierto de La Rambleta (Valencia). @pablo_milanes_oficial
La capilla ardiente del músico tuvo lugar en la Casa de América (Madrid) el día después del fallecimiento. Rodeado por coronas de flores, una foto y una guitarra fue despedido tanto por amigos y familiares, como por miles de seguidores que querían darle el último agradecimiento. Respecto al entierro, la familia ha decidido que sea en la más estricta intimidad, solo con los más cercanos.
El cantautor no quería ser homenajeado, sin embargo, en Cuba los ciudadanos salieron a la calle el mismo día de su fallecimiento para desfilar mientras cantaban sus canciones. En España la consejera de Cultura de Madrid, Marta Ribera, afirmó en la capilla que se promovería algún tipo de homenaje desde la Consejería. Asimismo, la asociación cubana José Martí de Valencia también está indecisa de cómo hacerlo, o de si hacerle o no el homenaje, "queremos respetar la memoria de Milanés", asegura Rocío Luján.
Pablo Milanés afirmaba que: “En realidad, solo hay dos tipos de música: la buena y la mala”. Él con sus canciones convertidas en himnos, sin duda, forma parte del primer grupo. Como escribían en el comunicado oficial de la muerte, será eternamente recordado con el amor y la paz que siempre transmitió.