La artista ofreció un show lleno de canciones propias y versiones de otros artistas
Amaia en concierto en la Sala Repvblicca con su tour “Cuando no sé quién soy”. CARLES JUAN
Carles Juan. València
Eran las 19h de un viernes corriente. Un coche Nissan todoterreno blanco espera para asistir al evento. El destino, la calle Baix Vinalopó número 2. Allí, la puerta de la Sala Repvblicca: su gran fachada metálica negra, los dos portones corredizos en la entrada y, sobre la entrada, un gran letrero en blanco con el nombre de la conocida sala. La cola empezaba en la puerta de acceso, pero giraba una esquina y continuaba rodeando la mitad del recinto. Alrededor de 300 personas esperaban nerviosas para adentrarse en el lugar y disfrutar del nuevo show de la aclamada Amaia. Tras 40 minutos, 1000 personas abarrotaban la sala.
«Es la primera vez que actúo en una sala y la energía que se respira es increíble», exteriorizaba Amaia emocionada. Desde que empezó en la música, nunca antes había escogido un local para actuar y Valencia fue la seleccionada para empezar con la segunda parte de su tour “Cuando no sé quién soy”. Amaia Romero, es por derecho propio una de las artistas más carismáticas entre los jóvenes del panorama musical español. En 2017 se hizo con el triunfo de una de las ediciones más memorables de Operación Triunfo. Además, representó a España en Eurovisión 2018. Todo esto, es la causa de que la Sala Repvblicca colgase el cartel de Sold Out. Una vez dentro, al fondo, un escenario que daba algunas pistas de lo que esperaba a todos los espectadores: en el centro un piano, a su izquierda una batería, a su derecha una guitarra y, sobre esto, aros de luz led que lo decoraban.
Una vez apareció la artista vistiendo un conjunto blanco con apliques florales de pedrería, el espectáculo se daba por empezado, y mientras la gente se animaba, la artista ofrecía un concierto lleno de canciones propias, pausas imprevisibles y versiones a piano con mucho respeto y gusto. Entre estas versiones: “Fiebre” de la artista urbana Badgyal o “Ave María” de su compañero de formato David Bisbal. Los aplausos descontrolados de todos los allí presentes, incluido de los padres de la artista que se asomaban a hurtadillas, opacaban cualquier pensamiento que se tuviese en ese momento. Era cantar y aplaudir. Entre los monólogos y canciones de la espontánea artista destacaron las palabras que dedicó a sus padres. «Un aplauso para mis padres, que hoy es su aniversario de boda», confesaba Amaia. La energía y talento de la artista se respiraron en cada minuto de los aproximadamente 90 que duró el concierto.
“Cuando no sé quién soy”, es la gira de su segundo álbum de estudio, y como ella misma lo define: «la más personal». En este show hace partícipe a todo el mundo y los asistentes se convierten en el coro de todas sus canciones. El resultado es un espectáculo íntimo, sereno y, en ocasiones divertido, que consigue atrapar y enamorar a cualquiera que asista y la escuche tocar el piano.
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